Estos cuadros fueron creados hace más de 40 años durante sus estudios. A su profesor le gustaron tanto que le pidió que los exhibiese en el castillo, a lo cual Eing accedió. Sin embargo, él los recogía todos por la noche, porque se avergonzaba de que aquellos cuadros hubieran salido de su mano.

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Una fuerte sublimación erótica de la sexualidad en las narices. Original realidad. Rostros intensamente desnaturalizados, deformados.


Expresión de las tensiones internas que sentía en aquel tiempo. Expresión de lo infernal, lo satánico. Expresión de muerte y descomposición. El cuadro lo inducía entonces prácticamente a vomitar (desnaturalización de la expresión).


Reflejo de cierta estabilización. El hombre tiene un aspecto cómico, grotesco.


Gran deformación de la boca y los ojos. Cuando un observador denominó a ambos rostros Bom y Bum, Eing se sintió aliviado.


Expresión de dinámica brujería. (No existe una obra de arte que no se haya creado con la ayuda de un demonio – Dostoievsky.)